A medida que los seres humanos crecemos, nuestra densidad
ósea va aumentando, hasta llegar a un punto máximo alrededor de los 35 años. A
partir de ese momento, el cuerpo empieza a perder pequeñas cantidades de hueso
a medida que la cantidad de osteoclastos
supera a la de osteoblastos1.
La pérdida de densidad ósea es normal hasta cierto punto, pero cuando esta es
muy severa, se denomina osteoporosis (“hueso poroso”).
La osteoporosis es una enfermedad del sistema óseo2
que afecta al 10% de la población de adultos mayores (60 en adelante),
incrementando este porcentaje con la edad. Sólo en España, hay 3 millones de
personas afectadas por esta enfermedad, de las cuales 2.5 millones son mujeres3.
Las mujeres son “4
veces más proclives a padecer esta enfermedad” ya que sus huesos, en general,
son menos masivos que los de los hombres. Además, las mujeres poseen grandes
cantidades de la hormona estrógeno, la cual estimula la acción de los
osteoblastos y ayuda a conservar la densidad ósea. El cuerpo se va
acostumbrando a su estímulo permanente. Al llegar a la menopausia, los niveles
de estrógeno descienden drásticamente, provocando una rápida pérdida de
componentes óseos. Se estima que 1 de cada 5 mujeres de 45 años y 4 de cada 10
de más de 74 padece de esta enfermedad.
La osteoporosis es causada por carencia de minerales que
componen los huesos. El consumo de tabaco, cafeína y bebidas alcohólicas en
exceso, el uso de medicamentos esteroides, enfermedades relacionadas con la
absorción del calcio, entre otros, contribuyen
la pérdida de masa ósea. La dieta (baja en calcio, magnesio, vitamina D4)
y el sedentarismo disminuyen enormemente la densidad de los huesos. “Lo que no
se usa se atrofia”: los huesos necesitan tener cierta tensión, cierta actividad
para evitar perder nutrientes. La osteoporosis también puede ser ocasionada por
bajos niveles de hormonas como el estrógeno (como ya sabemos), la testosterona en
los hombres, y la calcitonina.
El factor hereditario también puede aumentar la
posibilidad de que se desarrolle esta enfermedad, pero no la garantiza.
La principal consecuencia de la osteoporosis es el
debilitamiento de los huesos por falta de nutrientes. Esto disminuye su
resistencia a los golpes y al peso mismo del cuerpo. Es muy común que se
presenten fracturas en la muñeca, cadera o columna vertebral. También es frecuente
que las vértebras se compriman y se deformen, causando la pérdida de estatura y
el encorvamiento de la espalda.
Mujer que padece de osteoporosis |
Pero más fácil que tratarlo, es prevenirlo. Se debe
realizar un ejercicio ligero regular, mantener una dieta rica en nutrientes y
evitar excesos de tabaco o alcohol. Si se mantiene un estilo de vida saludable,
se conservará mucho más la masa ósea antes que se inicie la pérdida natural
derivada del envejecimiento
Numeritos....
1. El
tejido óseo está compuesto por tres tipos de células óseas:
·
Los osteoblastos
son células que sintetizan colágeno para producir matriz ósea. A medida que van
creando hueso, se van quedando encerrados dentro de éste y se convierten en
osteocitos.
·
Los osteocitos
son las células maduras que constituyen la mayor parte de los huesos. Éstos pierden
la capacidad de formar matriz. Sin embargo, conservan la capacidad de secretar
sustancias que controlan la remodelación ósea, además de poder controlar el
intercambio de nutrientes.
·
Los osteoclastos son los que disuelven el
hueso.
La acción conjunta
de estas células da como resultado la remodelación y reparación de los huesos.
2. . El
sistema óseo es el conjunto de huesos, cartílagos, ligamento y tendones. Sus
funciones principales son el sostén, el movimiento, y la protección de algunos
órganos internos, además de almacenar minerales y producir células sanguíneas.
3. Según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), 2010
4. La vitamina D y el Omega 3 son fundamentales para que el calcio se deposite en los huesos
5. La calcitonina es producida en la glándula tiroides. Su función, contraria a la de la parathormona, es disminuir la concentración de calcio en la sangre. Para esto, aumenta el almacenamiento de calcio en los huesos
Bibliografía
Biología, la vida en la tierra. Octava edición. Editorial
Pearson}